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Por Cesar Gómez.
Tú sabes que el divorcio es un proceso difÃcil y se llega decir que una persona en divorcio equivale a una persona en duelo.
El proceso de divorcio no inicia con la primera llamada al abogado, sino que es un proceso que ya lleva meses cultivándose hasta llegar a detonar en esa acción de declarar la intención y efectivamente proceder en mente y acción a cumplir con ese objetivo.
Algunas veces el detonante es por una falta de madurez y compromiso de una de las partes que llevo a hacer un acto sin pensar. En este artÃculo no hablaremos de este caso.
Un divorcio es una ruptura fuerte. ImagÃnate, una unión que se fortaleció con amor y tiempo en un acto de templar ese enlace uniendo las moléculas energéticas de dos seres mortales. Pero en algún momento se empezó a hacer grietas miniaturas y estas no fueron reparadas, sino que otras fueron agregadas en una secuencia que lleva a predecir el futuro de tal relación. En palabras simples, si tu relación no esta mejorando o no esta fortaleciendo esas uniones, entonces tu relación tiende a llegar a un punto de ruptura.
No basta con ir a platicas matrimoniales cada mes para sacar a flote tu relación. El efecto de salvar un matrimonio no depende de una de las partes. Depende de las dos partes y te voy a poner un ejemplo de que nivel debe de estar una pareja para sobrevivir. En algunas escuelas, la calificación reprobatoria es de 75%. Entonces usando este numero, si una de las partes solo pone el 75% para salir al paso, entonces el proyecto de pareja esta muy cerca de ser un proyecto reprobado. Si las dos partes ponen solo el 80%, entonces apenas esta sobreviviendo la relación. ¿Estas viendo lo difÃcil que es mantener una relación estable y de crecimiento mutuo?
Claro, hay parejas que ponen mucho menos en su relación, y para sobrevivir justifican la parte faltante con dirigir su atención y esfuerzo a los hijos. Pobre de estas parejas cuando llegan al famoso sÃndrome de nido vacÃo.
Las relaciones de pareja no son fáciles, y cuando esta relación se llega a romper hay un efecto devastador. Un efecto que es mas grande que cuando muere una de las partes. Déjame explicártelo con más detalles. Cuando hay una muerte, las familias se unen en la pena y existe la posibilidad de apoyo de ambas familias. La esposa se vuelve hija del padre del esposo. Ella se vuelve hermana de los hermanos del esposo. Y de igual forma si fuera al revés. Pero en un divorcio, las familias se separan a tal grado de que la unión entre ellas desaparece y hasta se busca no convivir con la otra familia.
Uno podrÃa pensar que desde punto de vista social es de mayor impacto un divorcio para la familia que la muerte de una de sus partes.
Ahora, ¡momento! La muerte es un evento de gran impacto, y en ese evento hay una red de apoyo que existe al instante entre las dos familias. En un divorcio, la red de apoyo se reduce a la mitad (cada quien con su familia). Y la red se reduce aun mas, cuando la gente se pone a juzgar quien es el (o la) culpable de la ruptura.
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