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Brasilia 18 de Abril 2009
La visión de San Juan Bosco relataba sobre una nueva ciudad creada entre ciertos paralelos que daba una descripción de Brasilia, soñada por sus polÃticos a finales de los años cincuenta e inaugurada en 1960 en medio de la nada, creando un proyecto sin precedente en la historia moderna.
La capital brasileña fue trasladada de Rio de Janeiro hacia esa tierra aislada que ahora se convertÃa en el centro del poder polÃtico; conceptualizada en un proyecto arquitectónico dentro del modernismo funcional de mediados del siglo XX, obra de Oscar Niemeyer.
Llegué al aeropuerto para visitar a mis amigos Manoel, Nana, Bére y Adriana, grandes personas relacionadas en diferentes proyectos y rubros en organizaciones mundiales, tales como la UNESCO y departamentos gubernamentales locales que van desde el desarrollo de programas sociales y combate a la pobreza, la secretarÃa de pesca de Brasil, programas sociales en pro de los derechos de la mujeres que trabajan en el campo, asà como trabajo social y asistencia psicológica para la protección de adolescentes; en todo este crisol de profesiones, empeños y aficiones se consolida una gran amistad con mi llegada a Brasilia.
Bajé del avón y empezaron los problemas de idioma, me fue indicado esperar en la floricultura y me dije, pero que diablos es eso.., será que estos brasileños se les ocurre tener invernaderos en los aeropuertos.., con este pensamiento llego a una gran florerÃa que está en la salida de la terminal aérea, ahà Manoel pasó por mà con una gran sonrisa.
Camino a casa, pasamos por el conjunto monumental, inmediatamente detecté la influencia socialista que se denotaba en esa parte de la ciudad, después de haber estado en Cuba, La ex República Democrática Alemana, República Checa y HungrÃa me fue fácil distinguir la propuesta original socialista que fue el inicio del sueño de Brasilia; esa sectorización de la ciudad, en donde están las zonas habitacionales, públicas, comerciales, de comunicaciones, etc. Esos edificios de departamento como multifamiliares de la posguerra, sostenidos por pilares y en medio de avenidas verdes, amplias, hacen de Brasilia una ciudad diferente en medio de la contradicción de un proyecto socialista original, que hoy en dÃa tiene uno de los costos de vida más caros del paÃs, donde el estilo de vida de consumo hace soñar a muchos de sus habitantes en vivir al margen del lago sur en una casa de varios millones de dólares y con un velero en el muelle.
Asà es, Brasilia es una ciudad sin grandes rascacielos, es una mancha urbana extendida entre verde con una distribución conceptual como si fuera un avión, en el centro del mismo está la parte monumental de edificios, secretarias de estado, congreso, teatros, catedrales, plazas, palacios de gobierno, etc. en cada una de las alas del avión están los sectores habitacionales con sus islas de comercio, cada cuadra tiene una nomenclatura, todo esto bordeado por un lago artificial que corre de norte a sur; me hace recordar mi propio sueño, las veces que soñé despierto en que Mexico deberÃa de tener una capital digna fuera de la Ciudad de México, cerca de los estados de Zacatecas y San Luis Potosi rodeado de un lago, pero de donde sacar agua en una región sumÃ-desértica esa fue mi pregunta en mi fantasÃa, más sin embargo veÃa como éramos capaces de desarrollar tecnologÃas para desalinar el agua y transportarla en forma eficiente y costeable hacia el interior del paÃs.
Entre toda esta reflexión, llegamos a casa y abrace a Nana y Bére, conversamos y reÃmos mucho, compartà mis primeras experiencias en la ciudad y agradecà la enorme hospitalidad recibida. Acordamos praparar una cena, yo hice unos “molletes mexicanos†que son hechos de pan italiano salado, frijol, queso y salsa mexicana, juntos preparemos además un asado con papas, arroz, ensalada y un glorioso postre hecho de plátanos acaramelados y una crema de leche condensada y maicena; este festÃn fue un espectáculo, compartimos anécdotas y me dediqué a exprimir el conocimiento de mis amigos para aprender más sobre la historia de los últimos 50 años de Brasil, con esa misma intensidad me adentre en los diferentes programas sociales en los que ellos participan, la influencia religiosa en el quehacer polÃtico y social, etc.
Al dÃa siguiente visité el centro de la ciudad y la región monumental, llegué al memorial de Joselino Kubichek que fue el presidente que construyo esta ciudad, después fui hacia la catedral con sus ángeles suspensos y un cielo hecho de cristales de colores; posteriormente me dirigà al congreso, visité las cámaras de diputados y de senadores, los diferentes salones, los pasillos que conectan con los edificios donde se hacen las evaluaciones de leyes, en todo este recorrido encontré algo que me llamo la atención y que forma parte de otra gran contradicción en este paÃs, llamándose ser una república laica, sin embargo los auditorios plenarios del congreso se encontraba un crucifico y una biblia abierta, como sÃmbolo de la Ley, me dije para mis adentros esto parece una versión light o subconsciente de fundentalismo islámico ó de la tierra bendecida por el Dios yanqui; sobre todo se me hace extraño que esto suceda en un paÃs tan pluri-racial como Brasil en donde no es difÃcil encontrar templos, católicos, evangélicos, musulmanes, judÃos, budistas y templos de ritos africanos, etc.
Mi vista por la ciudad siguió por los diferentes palacios de justicia, ejecutivo, plazas, etc. La tarde estaba ya mostrando sus rayos rojizos, era momento de ir a cenar algo a uno de los centros comerciales junto al lago.
Después de un reparador sueño y un suculento desayuno, gracias a la amabilidad de mis anfitriones, hicimos un recorrido mÃstico, conociendo esa parte intrÃnseca mÃa, me llevaron a la ermita de San Juan Bosco, posteriormente llegamos al templo ecuménico de la buena voluntad, una pirámide de 7 caras de más de 21 metros que esta coronada por un cuarzo gigante, ahà está un gran labirinto con doble espiral , recordé el retiro de silencio que hice durante mi diplomado de tanatologia e hice una meditación budista caminando lento por el espiral, coordinando la respiración y la vista fija en un punto, de esta forma “descendÆhacia el centro del espiral después de cruzar el inframundo del camino obscuro, tome energÃa debajo del cuarzo, reconociendo el Ser de Luz que vive en mi y de ese forma “ascendi†el espiral por el camino blanco o supramundo hasta terminar en el altar de Dios, fue una experiencia que vivà a mi manera y que me dio una gran sensación de alivio.
Proseguà mi recorrido y conocà otras partes del templo que por cierto es enorme, parece que la Buena Voluntad tuvo mucho auge en décadas pasadas, inicio como una organización de caridad y posteriormente se volvió en un movimiento espiritual ecumenico; supe también sobre ciertas historias en donde este agrupación se vio envuelta en escándalos de mal uso de dinero aprovechando su popularidad y me dije para mis adentros, este es el mal común que hoy en dÃa se ve en el marketing espiritual .
Para terminar este dÃa tan espacial, nos dirigimos al Santuario de San Juan Bosco, que no debemos confundir con la ermita de San Juan Bosco, este templo obra de Niemeyer es un cuadrado hecho de Luz y modernismo, con enormes vitrales en forma de ojivas mediables encajadas en sobrios muros de concreto, el espectáculo visual fue imponente, me pregunté como fue posible que este arquitecto ateo pudiera concebir tal dimensión espiritual, tanto en la catedral como en esta santuario de Brasilia… otra contradicción de esta ciudad.
El dÃa terminó y llegó Adriana, tuvimos una muy amena conversación, celebramos su nuevo empleo y me contó sobre su experiencia practicando danzas circulares tibetanas, platicamos sobre su experiencia en la psicologÃa social y los problemas de drogadicción que aquejan a los adolescentes en este paÃs. Asà entre charlas, recorridos y experiencias, vi que mi dÃa habÃa sido mágico, terminamos el mismo en un excelente restaurante kitnette, disfrutando un filete de pescado a las finas hiervas y una pasta al pesto digna de los dioses.
El último dÃa en Brasilia se vió coronado por un espléndido desayuno, llegó Sandra, Bére y Adriana y disfrutamos la especialidad de Manoel, el famoso pastel de manzana con avena, este fue un desayuno muy animado, los platiqué sobre mis experiencias en México, sobre mi visión de Brasil y lo feliz que estoy por encontrar a cada paso gente tan amable y hospitalaria que me ha recibido como otro más de los suyos, eso es algo que no se olvida y se agradece para siempre, las atenciones de Manoel y su deseo por mostrarme la realidad de su paÃs, su visión y compromiso por una sociedad mas equitativa ha sido un gran regalo.
Gracias nuevamente Brasilia….
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